El edil nacionalista abandona sin poder intervenir al no respetarse sus derechos como ciudadano
La nota más lamentable del debate plenario celebrado ayer fue sin duda alguna la tanda de abucheos, insultos y menosprecios hacia el concejal del Bloc Nacionalista Valencià Quico Fernández, una de las principales figuras polémicas en las tensiones segregacionistas que se vivieron durante la legislatura pasada, y al que el público no dejó que expusiera sus ideas en el debate de la segregación.Lo más sorprendente de todo es que los segregacionistas no abuchearon a Fernández por su postura antisegregacionista, ya que en ningún momento le dejaron argumentar nada ya que lo que encrespó realmente los ánimos del público fue el hecho de que el edil nacionalista se acogiera, como viene siendo norma habitual en sus intervenciones, en expresarse en valenciano.Las masas segregacionistas no dudaron no ya en pedir el uso del castellano en la intervención de Fernández, sino en tildar de "provocación" el hecho de que el edil del Bloc se expresara en la lengua en que se sentía más cómodo; el mismo alcalde y el concejal de SP Jaime Goig tuvieron que intervenir para recordar a la turba enfurecida el derecho de Fernández de expresarse en la lengua autonómica, pero esto no calmó a las masas que increparon a Fernández con expresiones como "Si es extremeño", "Habla en español" o incluso algún irónico "habla en inglés".La situación fue tan grave que el mismo edil nacionalista se vio forzado a pedir, en castellano, que "por favor" le dejarán contar lo que tenía que decir en la lengua de la Comunidad en que reside, sin embargo sus peticiones no fueron atendidas por el público que mostró su descontento de forma manifiesta, llevando incluso al Alcalde Alfredo Castelló a pedir al edil nacionalista que diera su discurso en castellano "con todo el respeto a la lengua autonómica" aduciendo que "había gente mayor que no entendería el valenciano", ante esta tesitura, Fernández optó por retirarse de nuevo a la mesa, para, tras la intervención de Jaime Goig, pedir al Alcalde que si se iban a negar los derechos como ciudadano de los integrantes del debate, pusiera los medios necesarios para que no pasara, recibiendo de Castelló un frío mensaje, "en el segundo turno de intervención yo le daré la palabra, y yo le permito que lo haga en valenciano" dijo el Alcalde, que en la práctica volvía a colocar a Fernández ante la misma situación que le había obligado a retirarse, por lo que optó por abandonar la Casa de Cultura, acompañado su compañera de partido, Teresa García y los pocos miembros del Bloc presentes en el debate.
Crispación constante
Aun siendo el más importante, el incidente protagonizado por Quico Fernández, no fue el único que se sufrió durante el debate, el público no se cortó en ningún momento de exponer sus descontestos con los políticos, en demasiadas ocasiones la gente contestaba de pie lo que se decía, e incluso más de tres personas se acercaron hasta el pie del escenario a increpar a los ponentes del debate, incluído una persona que portaba una pancarta con la leyenda "Nos sobran argumentos, os falta dignidad", que mostró a los políticos de la mesa de participantes.
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