Celebra la vuelta a la normalidad, tras el expediente
El Económico
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El portavoz del Bloc Nacionalista Valencià (BNV) en el Ayuntamiento de Sagunto, Quico Fernández, se congratuló ayer durante una rueda de prensa de que haya pasado el trámite municipal del expediente de segregación, ya que así se puede volver a la normalidad política y porque este paréntesis ha supuesto, en su opinión, una ralentización de la ya de por sí paralizada acción de un gobierno minoritario. Este periodo del expediente «no ha servido para nada», lo que se agrava «en un periodo de crisis económica y pérdida de empleo», y supone que «estamos perdiendo el carro del progreso».
Fernández entiende que tras la sesión plenaria que ha denegado la segregación hay «un punto y aparte. La segregación debe caerse de la agenda política». Ahora es el momento de retomar todo en el punto anterior, por lo que el Bloc ha rescatado su discurso crítico con la «parálisis, desidia y abandono» del municipio que, a su entender, provoca la situación de un gobierno sin mayoría. Para resolverlo, ha vuelto a ofrecerse para permitir «fórmulas de colaboración»«sin descartar ninguna posibilidad», aunque centradas en «los partidos que compartimos una forma de hacer política en la que no hay enemigos», en referencia a SP.
Debate y pleno
Fernández también se refirió en la rueda de prensa a lo ocurrido durante el debate y el Pleno de segregación celebrados en el Puerto y Sagunto, respectivamente. En su opinión, ambas situaciones «no se pueden ni comparar», ya que las personas que manifestaron su «intolerancia» en el debate de segregación que tuvo lugar en el Puerto el día 25 eran «bastantes más», sus «insultos más graves» que los que hubo en el Pleno del día siguiente en Sagunto, y los primeros actuaban en una situación «organizada». Añadió que ya se han vivido situaciones parecidas, como la que ocurrió con el asunto del topónimo, que «también fue muy fuerte».
Además, la diferencia es también que en el primer caso él no pudo expresarse, no ya en valenciano, sino de ninguna forma y tuvo que abandonar la sala, siendo consciente de que en realidad daba igual la lengua que usase o lo que dijese por que no pensaban dejarlo hablar. Sin embargo, en la sesión plenaria Jaime Goig «pudo hablar como quiso, cuando quiso y el tiempo que quiso». En su opinión, los concejales de SP «montaron el numerito», en cuanto a la escolta policial, «porque no hubo ningún momento de tensión».
Fernández condenó lo ocurrido en ambos sitios y reconoció que en Sagunto hubo «actos de intolerancia y salidas de tono», si bien afirmó que «Goig aquí estuvo muy provocador, porque realmente buscan que haya una respuesta de esa manera».
Por otro lado, señaló que la actitud que mostraron los asistentes al debate en el Puerto, no es una situación mayoritaria, ya que la sociedad del Puerto es «abierta, plural y solidaria». Asimismo, reiteró que se siente muy a gusto cuando está, frecuentemente, en el núcleo porteño, que es su ciudad, por la que ha hecho más que SP en su etapa de Gobierno. «Jaime Goig y los de Segregación Porteña tendrían que nacer varias veces para hacer lo que yo he hecho por el Puerto», afirmó.
En este mismo sentido, se pronunció el secretario local del Bloc, Carles López, que compareció junto a Fernández como ejemplo de porteño indignado con lo que sucedió en la Casa de Cultura, y aludió a la colocación de carteles por el Puerto como ejemplo de incitación.
López manifestó que aunque los radicales son una minoría en el núcleo porteño, sí que se está detectando en los últimos tiempos que «algo pasa, porque antes esto no ocurría» y se pregunta si «es que estamos yendo para atrás» en tolerancia lingüística e ideológica. «¿Es que, si el Puerto llega a segregarse, en los plenos no se podrá hablar en valenciano?», se preguntó.
Asimismo, aseguró que «hay miedo» entre los no segregacionistas, poniendo el ejemplo del alcalde y de Vicente Vayà. También dijo que no es cierto que las personas mayores no entiendan el valenciano, ya que la última estadística situaba la comprensión de esta lengua en el Puerto en el 77%, en 1983, y actualmente los datos hablan de una comprensión por encima del 90% en la Comunidad. con las que sacar adelante proyectos positivos para la ciudad,